martes, abril 03, 2007

Relatos nocturnos

Una canción un recuerdo. Una canción puede devolver a la vida tantos recuerdos que ni te das cuenta de ellos. Y eso me ocurre ahora, escucho una canción que me trae a la mente un montón de recuerdos sin fecha determinada, pero buenos recuerdos. Algunas veces esos recuerdos no los puedes comentar con nadie, porque nadie los va a entender o porque nadie los ha vivido contigo y los que sí los han vivido están lejos, muy lejos, quizá en otro país, quizá muertos.
Horas pasadas en un autobús mirando por la ventana escuchando la misma música hace mella. Llegas a tu destino y apagas la música, ya tienes otra banda sonora, la calle. Vuelves al autobús y vuelves a tener la misma banda sonora, andas por la calle y sigues con la misma canción. Una canción impresionante para sitios impresionantes, para recordar a gente maravillosa.

Una calle, una cara, una sonrisa en un momento, el brillo de los ojos, el color de labios, el acento, el idioma, todo parece tan encantador ... hasta que vuelves a la vida real, pero en la vida real seguirás teniendo esa canción, ese color y recordarás ese brillo de ojos y esa sonrisa cuando te ven aparecer.

Quizá sea melancolía, quizá sea pena y de tanto “penar” me muera, quizá sea qué sé yo, yo qué sé.